Mi padre fue Alcalde de Facinas en la época comprendida entre los primeros años de los sesenta hasta mediado de los setenta.

Como todos los alcaldes anteriores había sido designado por el de Tarifa, aunque recuerdo que durante unos años fue también concejal del Ayuntamiento tarifeño.

Casado con Josefa Cabeza Castro.

Entonces no se estaba antes tan pendiente de la vida municipal, por lo que no puedo enumerar obras o proyectos que se realizaran en aquel tiempo, creo recordar que se adoquinaron varias calles, se amplió la red de agua y eléctrica, y todo aquello que buenamente pudiera conseguirse tras luchar como siempre con el Ayuntamiento de Tarifa.

Sí recuerdo de su preocupación por mejorar la vida de tantas familias como entonces tenían problemas de trabajo, vivienda, etc.

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Mi padre, alcalde de Facinas en ese tiempo. Juan Moya el municipal, Pedro Salvatierra, un señor de Tarifa representante del ayuntamiento, junto a un emigrante de Facinas en Argentina que vino a visitar su pueblo en un programa del gobierno y fué agasajado aquí por las autoridades. Su nombre se me qujedó grabado, se llamaba Pedro Orozco Parra. 

También colaborando en la vida cultural dentro del Club de Padres o en las actividades de la iglesia.

Pienso que como alcalde hizo todo lo que pudo por el pueblo, al igual que los que le precedieron y los que después le siguieron, que con el paso del tiempo yo fui uno de ellos.

Los que le conocieron guardarán su opinión de él, cada uno según su prisma, como nos ha pasado a todos, lo que sí es seguro, y de eso doy fe, es que se preocupó por muchas personas. Como hijo puedo contar algunas cosas que han quedado fijadas en el recuerdo.

Como es lógico solamente puedo dejar aquí algunas pinceladas, ya que necesitaría mucho espacio para narrar todas las vivencias que compartimos. Fue para mí como un gran amigo, ya que solamente me llevaba veinte años,  solíamos pasar muchas horas charlando de tú a tú, fumando cuando él aún fumaba y cuando yo ya lo hacía delante de él según las costumbre de entonces.

Muchas confidencias, muchas consultas y muchos ratos alegres, porque contaba los chistes como nadie.

Gran aficionado al toreo y al cante flamenco, creo que una vez hasta toreó en la plaza de Tarifa, y se cantiñeaba poco bien por el Niño Marchena. Gran admirador de Antoñita Moreno, cantaora andaluza que fuimos a verla a Tarifa.

Emprendedor en su juventud de toda clase de negocios.

Carnicero, tendero, tratante, hasta creó con otros compañeros como Currito Guerrero, Juan Jiménez, Manolo Jiménez y otros una cooperativa agrícola. Inteligente, sagaz, bien de pluma y de números.

Lo llamaban para infinidad de tareas del campo.

Medía tierras, parteaba los animales, vacunaba, esquilaba ovejas, domaba, mataba y descuartizaba los cochinos como nadie.

Su gran pasión el campo

Cómo luchó hasta preparar una pequeña instalación en San José del Valle, a donde iba diariamente primero a caballo y últimamente en un Citroen dos caballos!

Bueno, no quiero alargarme más, alguien quería que escribiera algo sobre Gaspar Álvarez Serrano como alcalde de Facinas, ya lo he hecho, pero no he podido evitar de dejar constancia aquí también algo de su personalidad, y sobre todo de mi admiración y orgullo como  hijo.  

Como Alcalde, será uno más en la historia de Facinas como todos los que fueron y serán, personas que quieren a este bendito pueblo y han intentado e intentan hacer algo por él. Para mí, el mejor compañero y amigo.